Iré viajando por tu Ternura, mamá de mi Señor.
Viviente Mapa hacia Aquél que busca mi corazón.
Espejo y brújula tus Ojos son, que orientan dónde iré.
El rumbo hacia mis hermanos al besar tus Pies sabré.
Rocío santo, tierra en gracia aspiro ahí en tu Piel.
Los tiempos largos del Dios fiel, en tu Pulso aprenderé.
Es tu Regazo el manantial de mi fecundidad.
Barquito muy perdido soy, que en tu Seno se hallará.
Y al abrazarme de tu Cuello, al fin vuelvo al hogar.
Y ahí tu Hijo, en la frente, me da un beso de paz.