Letra de
La Despedida

Ella sale apurada
con sandalias mojadas
corriendo el tren.
Ella sabe que mañana
es el último día
que tendrá con él.
No se permite llorar,
no se permite ni quejar.
Quiere tener la suerte
de sentirse fuerte o aparentar.
Nunca en su vida le rezó a nadie,
pero al cielo miró.
Si hay un ángel que pueda oírme,
pido por favor: “Cuídenmelo, cuídenmelo”.
El sabía, al otro día,
que era hora y dolía decir adiós.
Ella no quiere soltarlo,
le da pánico dejarlo sin amor.
No se permite llorar,
no se permite ni quejar.
Quiere tener la suerte
de sentirse fuerte o aparentar.
Nunca en su vida le rezó a nadie,
pero al cielo miró.
Si hay un ángel que pueda oírme,
pido por favor: “Cuídenmelo, cuídenmelo”.
Soltar, sol, soltar, rasguña el alma,
y Dios sabrá porqué será.
Qué ironía, qué ironía, qué ironía esta vida,
que nos junta para volvernos a separar.
Nunca en su vida le rezó a nadie,
pero al cielo miró.
Si hay un ángel que pueda oírme,
pido por favor: “Cuídenmelo, cuídenmelo”.