Estás apagado, te cuesta pensar.
Te comen los años sentado en un bar.
Recuerdos del alma se van con el sol,
ella te desarma y ya no sos vos.
Te perdés y creés que el terror se va a enquistar en tu piel,
y ahí nomás entendés que se muere la pasión otra vez.
Coronás sin saber que jamás vas a poder ser el rey,
y arañando el final te morís al intentar renacer.
Te duelen las manos de tanto apretar,
que te ata y no te deja volver.
que te ata y no te deja volver