Te esperé en el piano
camisa de seda y un puro en la mano
la mesa servida y ensayando un tema
como bienvenida.
Dos velas prendidas
una rosa roja junto a cada plato
el hielo en el balde
con el vino blanco
de los buenos ratos.
Se hicieron las doce
encendí la tele y apagué el habano
me quedé dormido hasta que el teléfono
estalló a mi lado
Eras tú anunciando
que ya no vendrías que no sé qué cosa
pasaba en tu vida
consulté el reloj
y a las 4 en punto
brindé por los dos.
Amor mio, a que no adivinas
lo que te has perdido
yo sé que en tu vida jamás te ha tocado
tener que apagar un volcán encendido.
Finalmente, me tomé tu ausencia
con filosofía
disfruté la cena sin tu compañía
y compuse un tema por mis fantasías
Amor mío, a que no adivinas
cual será el camino
si no es por la cena, las flores y el vino
Al diablo la noche y al diablo contigo