Oh, mi amor, imaginé que no sentía nada más
y no eras parte de mis días
y sólo existían las flores.
Oh, mi amor, no me resigno a perecer así
entre tu cuerpo mediodía, oh,
que se asemeja a otro mundo.
Y qué placer cuando no hay nada que pueda ver
y sólo invento tu sonrisa
y apago así toda agonía.