Toma mi corazón, virgen y madre mía,
Te lo vengo a ofrecer hoy postrado a tus pies
No rechaces mi don, dulce Reina del cielo
Del mundano placer, líbralo por favor.
Ponlo cerca de ti, lejos del enemigo,
Purifícalo tú con tu fuego de amor.
Hazlo llegar así, puesto que estoy contigo,
Encendido en fervor, hasta el trono de Dios
Sé que piensas en mí con inmenso cariño,