En la corteza del olmo están los nombres de los que se aman de verdad
dejan sus suspiros
huellas.
Galopa el rayo que lleve directo al alma donde solo viven églogas
enamoradas églogas.
Como viaja el polvo en el viento
y lleva en el los sueños de una bella música
una bella música.
Muéstranos tus manos de padre sereno
esas con las que a tus hijos acaricias
y sacias.
Dinos tus poemas de tiempos lejanos
esos con los que a tu gente secas su llanto
entre tus brazos.