Esta es la historia de Nel Felgueroso
San Pedro-Camín,
También llamada la historia de un trágico error
Son tres partes de tristeza por una de euforia
Donde tendría que haber cuatro partes de amor.
Nel regresó un día a casa, hizo las maletas,
Se ha terminado, lo siento, no tengo otra opción.
En todos los hogares hay bombas por explotar
Y el nuestro, amiga mía, no iba a ser la excepción.
Así pues, aquí está Nel con otra mujer
más joven que él.
Es muy hermosa y modelo de profesión.
Rica y tonta y de familia ultracatólica;
Nel se mudó a su casa en la Puerta del Sol.
Pero pasan los meses y ella comprende
mirando a Nel
Que hombres hay tantos como pactos
y algunos mejores que él.
Lo abandonó por su profesor griego de badminton;
Nel se quedó triste, solo y sediento de amor.
Y regresó a su piso allá en Norteña,
Pero ya no estaba ella.
Solamente un par de medias
Conservando intacto ese dulce olor
Que sin piedad le evocaba aquel trágico error.
Ay, Nel
Nel se encontraba en su piso vacío
y temblaba de frío y dolor.
Sale al balcón y la noche tiene algo brutal.
Mira con cara de bobo y gesto apologético
Hacia una luna que le sonreirá.
Ahora se pasa los días en el aeropuerto
que hay en Ranón
Bebiendo orujo enfrente de la Puerta A.
Mira los horarios en un panel electrónico;
Dice que en un vuelo de esos ella volverá.
Pero pasan los meses y ella no vuelve
y él dice que
Sin duda no hay cobertura allá
dondequiera que esté.
Jura en voz alta ¡jamás volveré a equivocarme así!
Palabra de Felgueroso San Pedro-Camín.
Y pasan los meses y ella no vuelve se dice que
Nel se sumió en la locura y así se fue echando a perder.
Su vida entera, como una canción tragicómica
Que suena y es muy difícil hacerla parar.
Muy, muy difícil hacerla parar.