Hoy, en mi cruel soledad
recordando el ayer
que jamás volverá
hoy no queda nada
no sientes nada por mí
que estoy tan triste
muriendo de amor
hoy ya no sé qué pensar
si hasta el cielo y el mar
me han robado tu voz.
Y tú vives tranquila
muy tranquila
porque tienes otro amor
a quien le brindas
lo que yo jamás de ti
podré tener ilusionado
con la dicha de tu amor.
Y yo, sin la esperanza
de tenerte alguna vez
cerca de mí
solo en mis noches
con la pena de vivir
pensando en ti
tan lejos de ti.
Hoy, ha llegado al final
mi deseo febril
de besarte otra vez
y tú vives tranquila
muy tranquila
porque tienes otro amor
a quien le brindas
lo que yo jamás de ti
podré tener ilusionado
con la dicha de tu amor.
Y yo, sin la esperanza
de tenerte alguna vez
cerca de mí
solo en mis noches
con la pena de vivir
pensando en ti
tan lejos de ti.