Me entrego a tí sin condición alguna, haz de mi vida entera
lo que quieras,
con tal de que tu amor sea mi fortuna, me dispongo a pecar
si lo pidieras;
no importa que me pidas lo imposible, haría mal o bien como
exigieras,
sería capaz de todo lo indecible, a fin de que en tus brazos
me durmiera.
Haría por tí con sinceridad mil cosas, si me las ordenas,
me esclavizaría una eternidad, por sólo librarte de penas.
Mi vida vendería fácilmente, cargaría la cruz si me la dieras,
renunciaría a todo simplemente, a cambio de que un día me
quisieras.