Se deja arrastrar mis dedos por su cuerpo.
Me canta, me canta la canción que quiero,
y al oído me silba melodías que son del viento.
Y volvemos a empezar cuando salto desde el suelo.
Que eres mi luna preferida, ya lo sabes,
que tu beso va vestido con el fuego de la tarde.
Se deja arrastrar mis dedos por su cuerpo.