Tus huesos son un arrecife de cristal,
en un océano de carne ideal,
mis ojos derraman oro líquido en el mar
y te coronan la cabeza de Coral
Mutando el viento la marea me arrastró,
En la costa azul,
una foto nuestra a contra luz,
un beso para siempre,
fundidos en cuerpos siameses.
Aunque de un vaso roto, mi boca bebió,