Como un ladrón que penetrando por tu cuerpo
alcanzó la amada fiebre de tu dulce corazón,
así mi amor rompió tus muros más altivos
y se arrodilló en tu pecho para domar tu razón.
Como un ladrón que anduvo a tientas por tus venas
revelando a cada paso una resuelta tentación,
así mi amor alzó estandartes de victoria
y acabó por envolverte en una cálida emoción.
Como un ladrón que te mirara desde un hueco
de la sombra y te robara una sonrisa para mí
así mi amor te capturó entre sus dos labios
y te atrajo tierna y muda hasta mi altivo frenesí.
Como un ladrón que te siguiera por las calles
esperando que cayera en el asfalto algo de ti,
así mi amor fue completando tus dos vidas
a sabiendas de que el otro perdería tanto así.
Como un ladrón que conociera tus historias
y me las contara triste pues también te amaba ya,
así mi amor peleó a cuchillo tu tardanza
convencido que conoce lo que toma y lo que da.
Como un ladrón vigilara noche y día
para conocer tu mundo de misterio y vanidad
así mi amor fue dibujando su armonía
y extendiéndose sus redes en legítima ansiedad.
Como un ladrón que interfiriera en tus derechos
no entendí que era otra cosa la noción de tu verdad,
y así mi amor se quedó ciego en el silencio
cuando desapareciste y nació mi soledad.