Introducción
Con el amor no se juega, ¡ay, canastos!
que es peor. (repetir)
Señorita, hace mucho que la espero,
soportando el aguacero, por decirle que la quiero
aunque usted no lo permita. ¡Canastos!,
¿Qué me responde usted?
Caballero, nunca he estado enamorada,