Me colgué de tu mirada,
me resbalé en tu nariz,
y salté de la catapulta de tu quijada.
Después de echarme un chapuzón entre tus labios
sin mas locomoción, que la imaginación.
Fuí a parar a tu cuello,
y de tu cuello a tu blusa
y me colé por el orificio de un botón.
Después de echarle un vistazo al corazón
en alas de un avión, que es pura ilusión.
Y ya dentro de tu blusa,
fuí bordeando tu figura,
midiendo beso a beso la extensión de tu estatura.
Y tropecé con un cinturón que se ajustaba a tu cintura,
que me devolvió a mi posición
a siete metros de tu ubicación.
* * Y yo que no se como te llamas ni tu edad,
donde vives, como piensas
si compartes tu humedad.
Heme aquí como un pirata
hurgando tu intimidad,
a siete metros de tu integridad. * *
Derrapé por tu ombligo,
fuí a parar hasta el fondo,
y salí con la ayuda de un frágil vello,
mientras buscaba una manera de burlar tu cinturón
con pura imaginación.
Soñando me hice un microbio,
y pasé sin agacharme,
y me deslumbró tu ropa interior,
y cuando estaba a punto de encontrarte,
me interrumpió un mesero ¿Le sirvo otra igual?.
Tráigame un whisky doble,
y siéntase el dueño de mi desgracia,
estaba a punto de hallarla cuando usted me interrumpió.
Y volteé para verla y ella ya no estaba ahí,
y me quedé como siempre,
a siete metros de la realidad.