Me resulta difícil de comprender
a quienes creen que lo natural se puede ocultar,
No por cerrar los ojos, el sol deja de brillar.
Esa costumbre idiota de mantener las apariencias a costa de la verdad.
Mejor ponerse colorado una vez, que amarillo más de cien.
Hablemos de sexo, pero hablémoslo bien.
Reconoce que a tu hijo le gusta y que te gusta a ti también.
Hablemos de sexo, ay, pero hablémoslo bien.
Que no hay nada de que avergonzarse, cuando se trata de placer.
Hablemos de sexo.
Te negaste a hablarle de sexo y condón
y ahora no entiendes por qué tu niña se embarazó.
No hay peor ciego que el que no quiere ver
que la naturaleza no se puede contener.
Y si tu crío te pregunta por oralidad, por tríos, juguetes o sexo anal,
A ti te ataca un pudor visceral, la culpa judeocristiana y el pecado original.
Y aunque por tu cuenta no eres capaz de hablar,
no quieres que el colegio tenga educación sexual.
Debes tú saber que muy tarde será,
cuando lo eduque en internet el sexo comercial.
Hablemos de sexo, pero hablémoslo bien.
Reconoce que a tu hija le gusta y que te gusta a ti también.
Hablemos de sexo, ay, pero hablémoslo bien.
Que no hay nada de que avergonzarse, cuando se trata de placer.
Hablemos de sexo
Y si me gusta alguien mayor que yo,
de mi mismo sexo o distinta nación.
Cuerpo con cuerpo, se vive el amor,
que ya no es tiempo de tabúes, ni de discriminación.
¿Por qué te crees con la autoridad moral
de venir a decir con quién me tengo que acostar?
Mejor enfócate en aprender a dar placer,
pa que no tenga que fingir un orgasmo otra mujer.
Hablemos de sexo, pero hablémoslo bien.
Reconoce que a tu vieja le gusta y que te gusta a ti también.
Hablemos de sexo, ay, pero hablémoslo bien.
Que no hay nada de que avergonzarse, cuando se trata de placer.
Hablemos de sexo