Era una mujer que sabía remar contra el viento
Cambiaba el curso de los ríos con solo sonreír
Pero le toco luchar contra los elementos
Los ojos de gato del extraño aquel
Curtido de mares mirada de miel
Corazón que no siente ojos que no ven
El silencio de dios fue todo lo que se escucho
Un hijo de la carne le reclamaba un futuro