Lyrics of
El Segador y Doña Juana

La emperadora de Roma
es una hija bizarra,
que la quieren meter monja
y ella quiere ser casada.
La pretenden siete duques
y a todos los despreciaba,
a unos era por el oro,
a otros era por la plata
y a otros les falta valor
para empuñar bien las armas.
Una mañana de agosto,
se ha asomado a la ventana
y ha visto a tres segadores
segando trigo y cebada.
La enamorado el del medio
porque su arte labraba,
segaba con oz de oro,
la empuñadura de plata.
Ya le ha mandado llamar
con una de sus criadas.
que le llama doña Juana.
-Buenas tardes segador.
-Buenas tardes sean dadas,
que se le ofrece señora
que tan deprisa me llama.
-Usted como segador,
segador de honra y fama,
usted como segador,
quiere segar mi senara.
-Esa senara de usted
no está para yo segarla,
es para condes y reyes
caballeros de gran fama.
-Mi senara no está en valle,
ni tampoco en tierra llana,
esta en un vallico oscuro
debajo de mis enaguas.
Mi senara es para usted,
si usted se atreve a segarla,
no tie cardos, ni garduñas,
ni cosa que daño le haga.
Ya le prepara la cena,
ya le prepara la cama
y a eso de la medianoche
le pregunta doña Juana.
-Que tal vamos segador?
Que tal vamos de senara?
-De senara vamos bien,
llevamos diez manos dadas.
Y doña Juana le dice.
-Yo con veinte no me basta.
-Me voy que ya viene el día,
me voy que ya viene el alba
y dirán mis compañeros,
aquel hombre cuánto tarda.
Y a eso de los nueve meses,
la potrilla relinchaba
y aqui termina la historia
del segador y doña Juana.